domingo, 14 de febrero de 2010

Medianoche en Sicilia - Peter Robb

Giovanni Falcone y Paolo Borselino, servidores públicos asesinados por la mafia.

“Chi ha paura muore tutti i giorni, chi non ne ha muore una volta sola.”

Los que tienen miedo mueren todos los días, los que no lo tienen mueren sólo una vez.

(Paolo Borsellino)

Sicilia ocupa, geográfica y espiritualmente, el corazón del Mediterráneo, un cruce de caminos en el que todas las culturas han dejado su impronta: los fenicios, los colonos griegos que levantaron hermosos templos -muchos de los cuales todavía se conservan-, los romanos que desforestaron la isla para convertirla en el granero de Roma, los bizantinos, los musulmanes y normandos que crearon aquí, mano con mano, una fascinante arquitectura (un prodigioso cóctel gótico-árabe-bizantino, exclusivamente siciliano), los venecianos, los borbones españoles, ...y hace apenas doscientos años, los italianos (Garibaldi desembarca en Marsala en 1860).

Pasados esplendores culturales contrastan en Sicilia con la ancestral pobreza crónica de una población que no sale del feudalismo hasta bien andado el siglo XIX, y con la irrelevancia política de una isla situada siempre al margen de los círculos de poder y la toma de decisiones. Miseria, vasallaje, partidas paramilitares de los latifundistas, bandolerismo agrario, dejación de funciones del estado que abandona a sus súbditos en manos de los más despiadados y violentos, corrupción generalizada de todos los órganos de gobierno, proliferación de las asociaciones de malhechores dispuestas a pasar por las armas a todo aquel que se oponga a sus intereses, convivencia y apoyo mutuo de los delincuentes con el poder político, ...este es el caldo de cultivo original de un fenómeno, siciliano de nacimiento, que se ha convertido en un modelo de dominación política y económica que traspasa fronteras y culturas: la mafia.

Todo ello queda expuesto de forma detallada, documentada y meridianamente clara en las páginas de “Medianoche en Sicilia”, haciendo especial hincapié en las relaciones mafia-estado durante los gobiernos democristianos de Giulio Andreotti, paralelos al ascenso al poder, dentro de las estructuras criminales de la mafia, de los violentos clanes corleoneses comandados por Salvatore Riina. Pero el libro no se detiene ahí, sino que este relato de hechos terribles está perfectamente integrado en un auténtico canto de amor a la cultura mediterránea, la gastronomía, el paisaje, las obras de arte, los irreductibles intelectuales a pie de conflicto, la vitalidad de las calles, los costosos heroísmos cotidianos de policías, jueces, periodistas, ... y sobre todo la hospitalidad y la alegría de vivir de todo un pueblo, en las condiciones más adversas. Un verdadero homenaje a una tierra en la que todo, lo mejor y lo peor, sólo puede darse en grado extremo, y que justifica sobradamente la afirmación de Goethe: “Italia, sin Sicilia, no deja ninguna huella en el alma. Aquí está la clave de todo”.

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Descargar AQUÍ el prólogo y el primer capítulo de "Mediaanoche en Sicilia".

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