jueves, 30 de diciembre de 2010

GONGORISMOS (I)


De qué manera el humanista Francisco Cascales (1564-1642) prefiguró, con cuatro siglos de adelanto, las líneas maestras de algunas de las poéticas contemporáneas, en en cuyos oleajes todavía nos debatimos. 
Lo más gracioso es que él creía estar despellejando las Soledades de Don Luis de Góngora ("grave como la mariposa cuando ya no está" al decir de Lezama Lima), y en realidad estaba sentando las bases, negro sobre blanco, de un nuevo decir. 
Oigamos a Don Francisco: "¡Oh diabólico poema! Pues, ¿qué ha pretendido nuestro poeta? Yo lo diré: destruir la poesía /.../ ¿En qué manera? Volviendo a su primer caos las cosas; haciendo que ni los pensamientos se entiendan, ni las palabras se conozcan con la confusión y el desorden".
Y ahora viene lo mejor, ¿de qué sirve todo este artificio? se pregunta y a renglón seguido se responde Don Francisco: para qué sino para "dar garrote al entendimiento".

Francico Cascales, Cartas filológicas, 1634

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