domingo, 13 de marzo de 2011

IKEBANA


Las dádivas estorban a los viajeros.
Matsuo Basho
mañana de abril / cumbre elevada / ¡se ve mayo! / al atardecer bajamos a la aldea en el fondo del valle / golondrinas y murciélagos apuran los últimos charcos del cielo / las sombras que llegan / por adelantar trabajo / van colocando las primeras estrellas / y se inclinan para coger la luna tras la montaña / pasa silbando malicioso el viento / levanta las faldas de la noche / ¡no lleva ropa interior! / enrojece el horizonte / se incendian las nubes / desde el bosque risa de lechuza /

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