lunes, 22 de agosto de 2011

EL SUEÑO DE IRMA

IMAGEN: Compañía Autónoma Dromosofista


El sueño de Irma

La palabra Adán durmiendo / junto a la palabra Eva. (Jorge Eduardo Eielson)
IRMA:
- Puedo mostrarle mi túnel de espanto
Lo amargo nacarado que da al fondo
Y el crujir de la noche al arrugarse
Sobre la mellada luz de las aceras.

ANALISTA:
- Puedo atenuar el vaivén del recuerdo
(Rubor ritual asociado al exceso)
Puedo trazar en sus hombros de niebla
El filo de un vendaval que se cierne.

IRMA:
- Puedo sentir sus espías sonámbulos
Fustigar con raquíticos ramajes
Codician las punzadas de mi piel
Me oculto vertical con dos espaldas.

ANALISTA:
- Puedo borrar las huellas del llanto
Dejando en la nieve falsas ofrendas
Saciar la sed con canciones veraces
Y hacerle olvidar futuras tristezas.

IRMA:
- Puedo extraviar las llaves del sótano
Donde el arcón corrompe sus herrajes
Hombres sentados en fríos rincones
Reclutan testigos de mis pensamientos.

ANALISTA:
- Puedo anudar enjambres de síntomas
Con la raíz de su esbelta fatiga
Soy portador de reclamos sin nombre
Es mi trabajo el vivir de prestado.

jueves, 11 de agosto de 2011

DOS POEMAS


INICIACIÓN A LA VIDA CONTEMPLATIVA

SIÉNTESE a lo hindú (tobillos cruzados) en el bordillo de la acera
Respire aliviado como si hubiera conseguido escapar de un viejo cine
Incendiado por el miedo de los más pequeños a una tragedia muda

SIÉNTESE en el interior de una bañera que rebose agua caliente
Intente contabilizar todos los fantasmas que quizá podría ahorrarse
Evalúe con mucha franqueza la idoneidad del autoerotismo adulto

SIÉNTESE desnudo antes de que anochezca en una cama deshecha
Piense en murciélagos recién nacidos chillando su hambre en lo oscuro
Contenga el gesto de hastío al menos hasta que ella se haya ido al baño

SIÉNTESE con la espalda muy recta en la antesala rosa de un médico
¿Puede verse a los nueve años amasando la arena mojada de la playa?
Demórese un tiempo en el deseo de salir corriendo o de estar ya muerto

SIÉNTESE ante el monitor apagado de su ordenador. Compruebe si
La habitación se replica con nitidez en la pantalla. Las sombras que
A su espalda cruzan el foco de luz de la ventana pueden ser palomas

SIÉNTESE muy despacito en el regazo de su novia treinta años atrás
Moby Dick y mentiritas. ¡Cómo los ritmos a trompicones se quebraron!
Imagíneselo pues “El libro del té” entre lo poco que pudo ser salvado

SIÉNTESE en el pupitre y cumpla el ritual exculpatorio de esta semana
Sujete al títere por el interior de la garganta. Apriete hasta que diga nube
Abra bajo la mesa la cartera y deje escapar su colección de hipotenusas

SIÉNTESE a ratos en el velatorio de su padre. Esfuércese en recordar
Un haikú con nieve y rama seca. Ahora no puede precisar nada más
Tendrá que levantarse cada poco para abrazar a los que van llegando






ASUNTOS INTERNOS


¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
Cesar Vallejo


¿Quién cuando nadie lo ve no tira la primera piedra?
¿Quién no acaricia la testuz del bisonte que encabeza la estampida?

¿Quién en una película de terror no se ha reído?
¿Quién no sueña que alguien duerme mientras los demás vigilan?

¿Quién no ha sentido prisa ante un solar vacío?
¿Quién ve caer una hoja y no silba sin mirar a perro ajeno?

¿Quién no vistió un cadáver con un traje mojado?
¿Quién invoca un fantasma y no bosteza después con disimulo?

¿Quién al orinar no pone cara de Capellán Castrense?
¿Quién no camina un trecho de espaldas por parecer más instruido?

¿Quién no vuelca la mañana al doblarle las esquinas?
¿Quién oye decir verano y no se manda subir el brazo con que saluda?

¿Quién no dijo alguna vez esto es el final estoy perdido?
–Tres mujeres muy distantes me soñaron ese día


(El ave fénix solo caga canela

jueves, 4 de agosto de 2011

SENTIDO DE LA POSIBILIDAD (II). Robert Musil


"Si existe el sentido de la realidad, debe existir también el sentido de la posibilidad
El que lo posee no dice, por ejemplo: aquí ha sucedido esto o aquello, sucederá, tiene que suceder; más bien imagina: aquí podría, debería o tendría que suceder; y si se le demuestra que una cosa es tal como es, entonces piensa: probablemente podría ser también de otra manera. /.../ Lo posible abarca, sin embargo, no sólo los sueños de las personas neurasténicas, sino también los designios no decretados de Dios. Una experiencia posible o una posible verdad no equivale a una verdad auténtica menos el valor de la veracidad, sino que tienen, al menos según la  opinión de sus defensores, algo muy divino en sí, un fuego, un vuelo, un espíritu constructor, y la utopía consciente que no teme a la realidad, sino que la trata como problema y ficción."

(Robert Musil, El hombre sin atributos)